La situación en la ciudad de Córdoba sigue tensa y se repiten los episodios delictivos.
Tras la violenta jornada de ayer y esta madrugada, con saqueos, robos y vandalismos contra una veintena de supermercados y alrededor de un centenar de comercios y enfrentamientos con la policía que dejaron un saldo provisorio de un muerto y más de 80 heridos, la situación en esta capital sigue tensa y se repiten los episodios delictivos.
A plena luz del día, grupo de individuos saquean supermercados en barrios ubicados en los suburbios de la capital e intentan hacer lo propio en un hipermercado de avenida Colón.
Las actividades públicas y privadas se encuentran suspendidas por el asueto administrativo que dispuso el gobierno y por la absoluta falta de seguridad en la calles. No funcionan organismos públicos de todos los niveles, no se dictan clases, los bancos y comercios permanecen cerrados. No funcionan el transporte público de pasajeros, taxis y remises y no hay expendio de combustibles.
Toda esta situación es consecuencia de la huelga policial iniciada ayer y que dejó a toda la ciudad en un estado absoluto de indefensión que fue caldo de cultivo para saqueadores y delincuentes que robaron a diestra y siniestra.
Esto llevó a muchos comerciantes a armarse con escopetas o revólveres para proteger sus bienes. Algunos pernoctaron con sus familias dentro de los locales, preparados para repeler a los delincuentes.
El gobernador cordobés, Jose Manuel de la Sota, emplazó a los policías autoacuartelados a que retomen sus funciones después de que desoyeran una intimación judicial.
Se advirtió que, en caso de no acatar la orden, los uniformados quedarán expuestos a sanciones y hasta exoneraciones.
En sus primeros contactos con la prensa, tras regresar presurosamente esta madrugada desde Panamá, el mandatario dijo que «el gobierno mantiene la vocación de diálogo, pero un policía no puede dejar de serlo por un reclamo salarial».
«Quien lo hace no es un verdadero policía. No está honrando su uniforme. Están abiertas las puertas del diálogo pero tienen que volver ya», agregó.
De la Sota aseguró que se han brindado las respuestas posibles a las demandas de los policías, pero aclaró que no accederá al aumento salarial reclamado porque ello debe estar enmarcado en la pauta para todo el sector estatal, que se resolverá en febrero próximo.
El gobernador insistió en el pedido al gobierno nacional para el envío de la Gendarmería a fin de brindar seguridad a la comunidad, pero hasta el momento no obtuvo respuesta.
«Todo esto se hubiera evitado teniendo a la Gendarmería a 50 kilómetros como la tenemos en Jesús María, si nos hubieran atendido anoche. Buena parte de lo que ocurrió se hubiera evitado o minimizado», afirmó.
En la represión a los delincuentes actuaron efectivos del Eter, un cuerpo de elite de la policía, y personal superior. De la Sota dijo que hasta ahora hay 56 detenidos.