Crisis en el sistema de salud privado: Médicos abandonan prepagas y obras sociales por condiciones económicas


La situación afecta principalmente a las provincias de Río Negro y Neuquén, donde los médicos optan por atender de forma particular y cobrar consultas a sus pacientes.

En medio de una situación económica desafiante y una inflación galopante, cada vez más médicos en Argentina están optando por abandonar las prepagas y obras sociales para atender a sus pacientes de forma particular. Esta tendencia, impulsada por demoras en los pagos y una falta de actualización de los honorarios médicos, está generando restricciones en la atención privada y un aumento considerable en la demanda de servicios de salud pública.

El conflicto entre los profesionales médicos y las empresas de seguros de salud en relación a la atención ambulatoria de pacientes ha sido un problema recurrente en los últimos tiempos. Sin embargo, la situación se ha agravado debido a la creciente inflación en el país, lo que ha llevado a un quiebre en la relación y ha empujado a médicos de las provincias de Río Negro y Neuquén a buscar alternativas para garantizar su sustento económico.

El neurólogo Sergio Lindembaum, miembro de la comisión directiva del Colegio Médico de Bariloche, expresó que la realidad de los médicos se ha vuelto cada vez más difícil, y que muchos de ellos han optado por trabajar de forma particular después de la pandemia. Según Lindembaum, el valor de las consultas es bajo y las actualizaciones salariales no se corresponden con la inflación anual. En Bariloche, la última recomposición otorgada por las obras sociales y prepagas fue en promedio del 70% al 80%, mientras que la inflación ha superado el 100% anual.

El presidente del Colegio Médico de Neuquén, Daniel Castro, también destacó la situación en su ciudad, señalando que los pagos de las obras sociales no se ajustan al ritmo de la inflación. Mientras que las obras sociales han aumentado más de un 50% en lo que va del año, los médicos solo han recibido incrementos del 4% o 3% mensual, lo que resulta significativamente inferior a los costos de vida actuales.

En Cipolletti, donde se concentran importantes especialidades médicas del Alto Valle, la situación es similar. Los pagos de algunas obras sociales y prepagas se demoran más de 30 días e incluso hasta 60 días en algunos casos. Ante esta situación, los médicos se ven obligados a buscar alternativas para mantener su práctica médica y sustentar sus ingresos, lo que incluye el cobro de un «plus» o recargo adicional a los pacientes.

El éxodo de médicos de las prepagas y obras sociales ha generado preocupación por el futuro del sistema de salud privado en Cipolletti. Muchos profesionales han optado por limitar su atención a consultas particulares debido al desfasaje entre los costos de los servicios médicos y los pagos de las aseguradoras. Además, la falta de capacidad de pago de muchos pacientes ha dificultado aún más la situación.

Esta crisis en el sistema de salud privado se suma a la creciente demanda de servicios de salud pública, lo que ha llevado a una escasez de oferta y a largas esperas para obtener turnos con médicos especialistas. Las personas que no pueden costear una consulta particular se ven obligadas a acudir a hospitales públicos, generando un cuello de botella en la atención médica.

Ante esta situación, los médicos reclaman una recomposición de los valores de las consultas y honorarios médicos para poder seguir brindando atención de calidad. Mientras tanto, la precarización del sistema de salud privado y la fuga de médicos de las prepagas y obras sociales plantean desafíos significativos para el acceso a la atención médica en Argentina.

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