Lo cierto es que el titular de este Peugeot 206, patente GRX 417, quiso evitar de alguna manera estacionar en una de las dársenas permitidas o al menos en un espacio más seguro, y no tuvo mejor idea que dejarlo en un lugar prohibido, a pocos pasos de la vía, y a la altura de la barrera ferroviaria.
Uno de los signos universales viales que todo automovilista debe conocer es la Cruz de San Andrés. Evidentemente quien maneja este automotor debería ser enviado nuevamente a realizar el curso, y recibir instrucción de manejo, porque la ignoró descaradamente.
El hecho fue registrado el pasado fin de semana por nuestro fotógrafo, ante la mirada de transeúntes que fueron testigos de la escena en el momento justo cuando un tren carguero pasaba a la altura de la calle Láinez, y la barrera, como tiene que ser, bajaba lentamente para impedir que algún despreocupado automovilista se cruce.
El susto fue grande al ver que la barrera de hierro descendía y no había tiempo para mover el vehículo. Pasó el tren, subió la barrera, y pasó el susto. ¿Si corrió el auto?, no, lo contempló un instante y se retiró como si nada hubiese pasado.