El Cannabidiol farmacéutico se aprobó en Argentina


El aceite de cannabis ahora es seguro y accesible en las farmacias y tiene potenciales usos terapéuticos.

La Agencia Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en la Argentina una especialidad medicinal a base de cannabidiol –uno de los componentes activos contenidos en la planta de Cannabis sativa– con calidad testeada según los más altos estándares farmacéuticos y a un costo accesible, con indicación específica para el tratamiento de formas de epilepsia graves y resistentes a otros tratamientos.

La aparición del cannabidiol marca un verdadero cambio de época para quienes, además de luchar contra la enfermedad, debían producir aceite de cannabis, conseguirlo en el circuito informal o afrontar costos inaccesibles.

El Dr. Alejandro Andersson, médico neurólogo y director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), sostuvo al respecto que contar con una versión de CBD accesible y de calidad “es muy positivo para los pacientes”.

“Sin dudas es el comienzo de otro largo camino, porque hay más de 120 componentes activos derivados del cannabis, cada uno con sus efectos farmacológicos específicos, descriptos en más de 10 mil estudios científicos. Existen muchas más aplicaciones que las que consigna el sello de aprobación de la ANMAT, y en el futuro próximo se desarrollarán muchas más”, sostuvo el Dr. Andersson.

Según estudios publicados, no sólo es eficaz para los casos de epilepsia. Las aplicaciones con mejor resultado incluyen la utilización del CBD con el dolor y las patologías asociadas a fibromialgia, reumáticas, afecciones oncológicas y otras. Entre las posibles indicaciones, a los trastornos del desarrollo (TGD), trastornos del espectro autista o trastornos del sueño.

“También puede prescribirse en personas con enfermedad de Parkinson y con distonías, siempre y cuando entendamos que, tal como pasa con la epilepsia, en ninguna de estas enfermedades se puede hablar de cura, aunque sí se pueden logran notables mejoras en la calidad de vida”.

El cannabidiol puro no posee los efectos psicoactivos del tetrahidrocannabinol (THC), otro de los más conocidos componentes activos de la planta de cannabis, ni el riesgo de generar dependencia. La calidad y pureza del cannabidiol farmacéutico –cuyo uso está aprobado incluso para niños mayores de un año– cuenta con un perfil de seguridad conocido.

“Los riesgos a corto plazo asociados a los cannabinoides que se han descrito en los ensayos clínicos y con la evidencia científica actual fueron muy bajos y similares a los de otros medicamentos de uso habitual, con síntomas como mareos, sequedad de boca, náuseas y otros, pero muy infrecuentes, y es muy raro que sean graves, mientras que en el caso de los productos de origen informal o casero podemos tener algunos de los riesgos referidos por consumidores sociales y recreativos de cannabis, además de que es un riesgo no conocer las concentraciones y los agregados y coadyuvantes”, remarcó el Dr. Waisburg.

Para los especialistas, la aprobación del CBD de calidad farmacéutica, abre la posibilidad de prescribirlo para tratar otras dolencias neurológicas –desde el dolor crónico hasta la enfermedad de Parkinson– para las que hasta ahora el costo y la falta de accesibilidad eran un impedimento.

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