Hoy, el argentino y el mexicano se verán las caras en Las Vegas para pelear por eltítulo mediano del Consejo Mundial de Boxeo. Se chicanearon y amenazaron antes del combate. Hoy se realizará el pesaje.
“Vas a caer de rodillas”, le dijo “Maravilla” a Chávez Junior en el instante en que le tocó largar su última chicana antes de la pelea. “Martínez se va a tener que tragar sus palabras. ¿Adónde irá cuando le gane después de todo lo que ha hablado?”, aseguró el mexicano sin piedad. Un duelo de voces y de palabras que empezó hace tiempo y que el sábado 15 de septiembre se concretará arriba del ring.
Es el cuadrilátero del Thomas&Mack Center de Las Vegas el que espera por los dos boxeadores latinos. En ese cuadrado la historia del boxeo sumará una nueva página. De un lado estará el argentino, que empezó a ser conocido en su país hace poco tiempo pero que lleva una carrera hecha a base de esfuerzo y dedicación. Del otro lado estará el hijo de la leyenda mexicana, Julio César Chávez. El que pretende continuar con una historia ganadora y que llega al combate como el mejor boxeador mediano del mundo.
El duelo verbal le ha puesto picante a una lucha esperada en el mundo del box. Como dijo “Maravilla”: “Esta pelea la esperaba yo, Julio y el público. Es importante para la historia del boxeo”. “Va a ser un duelo de estilo en el que va a prevalecer la fortaleza mental. Yo pronostico la mejor pelea del año”, afirmó el argentino durante esta etapa donde las bocas pesaron más que las manos.
«Sé que lograré ganar por dos razones: porque está escrito o porque lo escribiré yo”, desafió “Maravilla”. ”Es un hablador, pero tengo muchas ansias de que llegue la pelea. He visto varias veces cuando lo han noqueado. Qué bonitos se le ven los ojitos blancos”, ironizó Chávez Junior sobre las anteriores peleas de su rival.
En el boxeo las palabras se cruzan antes de subirse al ring y por eso los dos protagonistas de esta pelea han sido parte de un show de declaraciones, “amenazas” y retos, que alimentaron la popularidad de la lucha y que le pusieron color al evento deportivo.
A pesar de la frivolidad que se generó en la antesala de una gran pelea, hubo declaraciones que marcaron la historia de Martínez. «Este 15 de septiembre de 2012 será otra fecha inolvidable para mí. Para el pibe de Claypole, de Quilmes y de Madrid. Será inolvidable porque más de 40 millones de puños se alzarán conmigo. Millones de mi tierra, de mi raza. Lo haremos posible entre todos. Lo haré posible por todos», afirmó el argentino, que debió irse del país cuando la crisis del 2001 le vació la billetera.
Dentro de la novela que se generó en torno a las declaraciones picantes, los dos boxeadores tuvieron la oportunidad de hablar con coherencia del rival. “Aunque hable mucho, Martínez es un gran campeón”, asumió el mexicano. “La mayor virtud que tiene es su fortaleza física, gracias a la juventud que tiene”, aseguró el quilmeño.
En la conferencia de prensa que se realizó ayer antes del pesaje oficial, se escucharon las últimas advertencias de los peleadores. “Ojalá alguien se apiade de ti, porque yo no lo haré”, le dijo “Maravilla” Martínez mirándolo a los ojos. “Te aseguro que no te voy a ganar el sábado. Te voy a retirar. Te voy a dar una paliza”, le respondió Chávez Juniors sentenciando el final del argentino. El sábado las palabras quedarán en el archivo, los guantes tomarán protagonismo y las luces marcarán el escenario para que la pelea comience de una vez.