La vicepresidenta dio libertad de acción. Se vislumbra un escenario similar al de Diputados: un mayor acompañamiento de la oposición que de la propia bancada oficialista en el recinto. El kirchnerismo duro mantiene el hermetismo.
El Poder Ejecutivo se entusiasma con tener la sanción del proyecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana que viene. Por estas horas, en el Senado se vislumbra un escenario similar al de Diputados: un mayor acompañamiento de la oposición que de la propia bancada oficialista en el recinto. Al igual que en la cámara baja, el kirchnerismo duro mantiene el hermetismo.
«EL ACUERDO POR LA DEUDA CON EL FMI LOGRÓ MEDIA SANCIÓN», se publicó desde la página de Twitter del Ministerio de Economía de la Nación.
«Con 202 votos a favor, la Cámara baja aprobó el proyecto de Ley para refinanciar la deuda de más de USD 44.500 millones contraída en 2018. De esta manera, fue enviado al Senado para su tratamiento», prosiguió el post.
En este escenario, en la Casa Rosada están muy confiados en que el fruto de la voluminosa votación en la Cámara baja impacte de lleno en el Senado, y comenzaron los diálogos con la oposición para acelerar el tratamiento. Quieren que se vote el jueves que viene. Se ilusionan con que, a más de dos años de mandato, el acuerdo finalmente se concrete. Y evitar así el default.
“Si sacamos la media sanción con 200 votos, no hay forma de que esto no se replique en el Senado. Ahora el camino es más fácil. Los acuerdos, con la unificación del articulado, ya están, y van a aplicar también en el vínculo con la oposición allá (por la Cámara alta)”, dijo un alto funcionario nacional que dialoga a diario con Alberto Fernández.
Por su parte, la estrategia de Máximo Kirchner y de su tropa fue no anticipar cómo votaría en el recinto. La incógnita se mantuvo hasta último momento. Si bien era prácticamente un hecho que no votaría a favor del acuerdo -de hecho, renunció a la presidencia de la bancada oficialista por su desacuerdo en el preacuerdo- las opciones eran varias. El líder de La Cámpora podía ausentarse, abstenerse o votar en contra. Al igual que otros 36 diputados, votó en contra.
Además, entre los disturbios de ayer, la vicepresidenta difundió un video de 2.28 minutos en sus redes. Su contenido gira en torno al FMI. Pero en ningún momento del video la vicepresidenta dejó entrever su postura sobre el acuerdo con el organismo internacional al que arribó su compañero de fórmula Alberto Fernández.
Mientras tanto, sin titubear, la atención del Gobierno Nacional se centra en acelerar lo más posible el tratamiento: buscarán sortear el escollo del reglamento del Senado que ordena que transcurran siete días desde el dictamen en comisión para el tratamiento en el recinto. Pero sólo pueden apurar el debate si reúnen una mayoría de dos tercios presentes, para lo cual necesitarán, además de los apoyos propios -que no están asegurados en su totalidad-, de un nuevo acuerdo con la oposición.
«Estamos entre 25 a favor 10 en contra o abstenciones», dijeron desde el oficialismo, pidiendo la reserva de la fuente.
Esta mañana, el jefe de la bancada oficialista, José Mayans, habló con Radio La Red y dio algunas pistas. El formoseño contó que «los bloques se están reuniendo», pero aclaró que «no sabe» cómo será la votación.
«Lo de ayer fue importante, si bien ellos aportaron los votos, también son los que dejaron la deuda». Y remató: «Con Cristina Fernández hablamos del tema y se respeta que hará cada senador».
Si se replica el escenario de Diputados, las chances de que la camporista Anabel Fernández Sagasti no acompañe el proyecto son altas. El neuquino ultrakirchnerista Oscar Parrilli podría ser otro de esos 10 senadores que votarían en contra o se abstendrían en el recinto.
Solo resta esperar la definición de la bancada que preside Alfredo Cornejo, que definirá si se habilitará el debate para que, una vez firmado el dictamen en comisión, no deban esperar una semana para tratarlo en el recinto, como dicta el reglamento.
El asunto lo resolverá el interbloque en los próximos días. Las chances de que el asunto se resuelva en la misma semana son altas.