El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el viernes que una invasión rusa de Ucrania «podría comenzar en cualquier momento», incluso durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, y Estados Unidos continúa «viendo señales muy preocupantes de una escalada rusa, incluidas nuevas fuerzas que llegan a la frontera con Ucrania».

Los tanques militares rusos avanzando sobre la frontera con Ucrania. La tensión crece.
El principal diplomático estadounidense hizo los comentarios junto con sus homólogos del Quad (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, también conocido como Quad, con Australia, India y Japón) después de un día de reuniones en Melbourne y después de que el Departamento de Estado y el presidente Joe Biden advirtieran a los ciudadanos estadounidenses que abandonaran Ucrania de inmediato.
Una invasión podría comenzar con bombardeos aéreos que dificultarían las salidas y pondrían en peligro a los civiles, dijo el viernes la Casa Blanca.
Moscú ha negado repetidamente cualquier plan para invadir Ucrania, a pesar de haber concentrado más de 100.000 soldados cerca de la frontera.
La declaración de EE.UU. hizo que varios países de todo el mundo emitiesen nuevas advertencias a sus ciudadanos en Ucrania. Reino Unido, Australia, Canadá y Países Bajos se encuentran entre las naciones que instaron a sus ciudadanos a marcharse lo antes posible.

Antony Blinken, Secretario de Estado de EE.UU.
Mientras tanto, continúan los esfuerzos internacionales para evitar la escalada militar rusa sobre Ucrania. Líderes internacionales llevaron a cabo una serie de reuniones de carácter diplomático con el objetivo de contener la tensión militar que se vive en la frontera entre ambos países.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, recibió en Washington a Olaf Scholz, el nuevo canciller de Alemania, para discutir sobre acciones bilaterales en caso de que haya una invasión a Ucrania.
Por otro lado, el mandatario francés Emmanuel Macron voló a Moscú para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, a quien le ofreció un «nuevo mecanismo de seguridad» para estabilizar la situación en Europa.
Pero los objetivos de Putin parecen bastante claros: hacer que Occidente renuncie a apoyar a Ucrania y la deje a merced de Rusia.