El Congreso deberá aprobar el acuerdo que Malcorra hizo son su par chino mediante un anexo.
Ayer no hubo anuncio oficial alguno de la firma que rubricó la canciller Susana Malcorra con su par de China Wang Yi. El objetivo fue agregar un anexo al polémico acuerdo de la base espacial china en Neuquén, que ahora dirá expresamente en su articulado que ese espacio de 200 hectáreas no será usado para fines militares, sino pacíficos.
En un apartado después del almuerzo de la cumbre del G-20, Malcorra y Wang firmaron el denominado “adendum” del tratado por el observatorio chino, por el que ya se está terminando de construir la estación espacial en el paraje Bajada del Agrio, en Neuquén, previsto para marzo de 2017.