Nuevas declaraciones en el caso de la violación grupal en Palermo


Todos habían sido convocados a ampliar su indagatoria, luego de que les ampliaran la imputación con nuevas pruebas. Ignacio Retondo y Franco Jesús Lykan fueron los únicos que aceptaron declarar.

Solo dos de los seis acusados por la violación grupal de una joven de 20 años en el barrio porteño de Palermo ampliaron su declaración indagatoria y ambos coincidieron en decir que eran inocentes. Además, aseguraron que tuvieron un mínimo contacto con la víctima, informaron este viernes fuentes judiciales.

El juez de instrucción Marcos Fernández, que investiga la causa, acusa a los seis detenidos de haber actuado siguiendo «un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles» por los delitos de «abuso sexual con acceso carnal, agravado por la participaron de dos o más personas». Prevé una pena de 8 a 20 años de cárcel, en concurso real con «lesiones leves» provocadas a uno de los vecinos con los que se enfrentaron antes de ser detenidos.

Los acusados Ignacio Retondo (22) y Franco Jesús Lykan (24), ambos asistidos por un nuevo defensor particular, Oscar Isidro Aguirre, fueron los únicos que aceptaron declarar. Mientras que los otros cuatro, es decir, Ángel Pascual Ramos (23), Steven Alexis Cuzzoni (20), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (24) y Thomas Fabián Domínguez (21), se negaron.

Qué dicen las declaraciones de los agresores

Mientras Lykan dijo estar «desocupado», Retondo se presentó ante el juez como estudiante de cuarto año de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad de San Martín y afirmó que se consideraba «totalmente inocente».

Ambos coincidieron en decir que son amigos y que, el día anterior al hecho, es decir, el domingo 27 de febrero, se habían juntado con otro de los acusados, Ciongo Pasotti, para ir a la casa de otro amigo en común en Villa Adelina, donde cenaron, pasaron por sus casas, luego por San Telmo y terminaron en Plaza Serrano.

Retondo contó que ese día estuvieron tocando la guitarra y consumiendo bebidas alcohólicas compradas en distintos kioscos y, en su caso, algo de cocaína que le convidaron, hasta que llegaron a una «esquina pintada de colores, con persianas verdes».

Más tarde aparecería el resto de los imputados junto a una chica, a la cual «no vio desorientada» en ningún momento. Cuando llegaron a Plaza Serrano, explica el acusado, la víctima y tres de los agresores desaparecieron. Momentos después se reencontraron y fueron juntos a donde estaba estacionado el Volkswagen Gol, es decir, la esquina de Serrano y Cabrera.

El imputado dijo que allí vio que uno de los chicos -sería Ramos- «empieza a tener relaciones» con la víctima y que «entre Lautaro y el rasta de remera celeste» (Ciongo Pasotti y Domínguez) hacían «comentarios» y decían que «tenían ganas de subir al auto».

Remarcó que él le dijo a Ciongo Pasotti «que no daba, que no pintaba, encima había gente pasando, varias veces se lo dijo», pero que de todas formas Lautaro «se subió al auto», al asiento del conductor, y allí vio que tuvo contacto con la chica.

Explicó que luego vino un hombre con un celular y se inició la pelea del grupo con los vecinos y comerciantes que terminó con todos detenidos.

Por otro lado, la declaración de Lykan comienza: “Fuimos a la puerta del boliche Ro Tecno Bar, tomando vino y tocando la guitarra. Mientras, se acercaban otras personas para unirse a los cantos. Preguntaron en “Ro” el precio de la cerveza, dijeron no, porque no tenían tanta plata y deciden ir a Plaza Serrano. Ahí se encuentran con otro grupo de gente, que también tenía guitarra. Eran bastantes personas en lo mismo, en la música. Aclara que siempre se manejó con Retondo y con Pasotti”.

Prosigue la transcripción: “Ahí se toma la decisión de tomar otro vino. Agregado a ese vino, el dicente dice ‘qué ganas de tomarme un clona’ porque tiene, en general, ataques de ansiedad, lo consume, de 1 miligramo con el vino. Le hace un efecto somnífero, agregado a lo que ya había consumido, cerveza y vino. Recuerda que era de día y ya se empezaba a sentir mal, estaba quedándose casi dormido, inconsciente”.

Lykan aseguró estar dormido al momento del abuso: “Ahí va con Ciongo y le dice si le abre el auto que necesitaba dormir. Ahí intenta abrir, se logra abrir y entra. Se queda ahí desmayado, serian entre la 13:00 y 13:30 horas, se sentía mal, tenía ganas de dormir. Después de descansar, se despierta de golpe y ve que afuera era un tumulto de gente. Cuando abre la puerta lo ve a Retondo con el ojo todo hinchado, le pregunta y éste le dice que le habían pegado una patada en la cara. Ve a la persona que lo quería atacar y lo defiende, estaba conmocionado. Decide cruzar la calle en una esquina, se agarra la cabeza, no sabía lo que estaba pasando, ahí viene un oficial y lo esposa al lado del auto”.

Cuando se le indagó sobre la víctima, sostuvo que, al igual que Retondo, «ni la registró».

Pero las pruebas lo complican. En las pericias químicas le encontraron rastros de semen en la remera, bóxer, pantalón y medias que vestía al momento del hecho. Al igual que Ángel Pascual Ramos (23), Steven Alexis Cuzzoni (20), Thomas Domínguez (21), Lautaro Ciongo Pasotti (24) e Ignacio Retondo (22), continuará detenido en una comisaría porteña. En las próximos días el juez Marcos Fernández deberá decidir si les dicta la prisión preventiva. También se le halló semen a la víctima, tanto en la ropa como en su cuerpo: lo que diga la pericia de ADN será clave.

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