El gobierno del gobernador Martín Buzzin, intenta por todos los medios destrabar el paro de la policía en reclamo de mejores salarios.
Ayer se llevó a cabo un encuentro en la Municipalidad de Esquel, donde participaron el intendente local, Rafael Williams, el jefe comunal de Trevelin, Juan Carlos Garitano, el subsecretario de Seguridad dela Provincia, José Glinski, y representantes de los agentes, todos de la principal localidad cordillerana, aunque también habían llegado hasta allí policías de Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn.
Las negociaciones –según indica el diario La Jornada-, se basaron en varios puntos de discusión, entre los cuales figuraban, como los más polémicos, el de las sanciones a algunos de los agentes que realizaron retención de servicios. Además, los agentes cordilleranos esperaban que el Gobierno equiparara los salarios propuestos para Comodoro y el resto de la provincia. El proyecto original establece una diferencia a favor de los agentes del sur.
Por su parte, el gobernador Martín Buzzi aseguró que el paro policial se había levantado en la mayoría de las comisarías, aunque seguía la protesta en las puertas de la Seccional Primerade Trelew y también en Puerto Madryn.
Al mismo tiempo, el gobierno informó por la tarde que en varios puntos dela Cordillera la retención de servicios se había dejado sin efecto como consecuencia de las gestiones encabezadas por Glinski, que desde mediados de la semana realizó una gira por las comisarías de la provincia para escuchar las necesidades de los agentes.
La extensión de la reunión de anoche en Esquel tenía que ver, además de con la tensión vinculada con la conflictividad en sí, con la metodología que utilizaban los agentes policiales para consensuar las propuestas: primero las escuchaban y luego las ponían a consideración del grueso de los agentes, unos 100, que esperaban en el Casino de Suboficiales.
En rigor, las negociaciones en Esquel comenzaron 24 horas antes. Incluso a la madrugada, el abogado representante de los agentes, Daniel Sandoval –que también fue parte de las reuniones de ayer- denunció que recibió llamadas amenazantes hacia su familia con el objetivo de que la medida de fuerza no fuera levantada.