La justicia investiga el accionar de los prefectos que acudieron al rescate mientras que especialistas aseguran que hicieron todo mal.
Un joven de 28 años murió ahogado en las frías aguas del lago Lácar el pasado lunes al mediodía. Dos integrantes de Prefectura que llegaron al lugar para intentar rescatarlo son ahora cuestionados por su falta de respuestas para rescatar al joven. Las imágenes de la tragedia quedaron registradas en un video que se viralizó.
El hecho se produjo frente al muelle de la ciudad turística San Martín de los Andes el pasado lunes. Ese día, un ciudadano paraguayo se despojó de sus ropas y se tiró a las profundas y heladas aguas del lago.
Al respecto, ese mismo día, el prefecto Miguel Rodríguez había señalado en declaraciones a a la prensa que «se sacó la ropa, dejó todas sus pertenencias en el lugar, se fue hasta la cabecera y se tiró al agua».
El video grabado desde el muelle muestra al joven flotando y la llegada de un bote semirrígido de Prefectura con dos miembros de la fuerza quienes no muestran una rápida respuesta. Mientras tanto, desde el muelle, turistas y vecinos del lugar les gritan indicándole la ubicación del joven, que lentamente comienza a sumergirse.
Al ser consultado por el hecho, David Peresenda, que es el primer instructor de guardavidas de la Argentina y de América Latina en completar la Academia Oficial de entrenamiento de la United States Life Saving Association (USLA), y autor de más de media docena de libros con técnicas de rescate en el agua y en condiciones extremas, declaró que es evidente que los protocolos utilizados no son los correctos.
Sobre el registro fílmico, el especialista apuntó: «Lo que podemos ver es que cuando llegaron el hombre ya se estaba hundiendo y se tira uno que no sabe nadar. Se tira con el chaleco y no tiene equipamiento de rescate. Después no se tira ninguno y uno dice que hay cuatro metros de profundidad. Cuatro metros con visibilidad se hace en un solo movimiento, que puede ser el golpe de riñón o un sumergimiento de pie con ayuda de los brazos. Es la profundidad del fondo de una pileta. Un tipo entrenado puede sumergirse a esa profundidad”. Y agregó que, según su criterio, «tampoco hicieron una aproximación incorrecta».
«Hay muchas cosas que están mal hechas ahí. No son todos así en Prefectura, hay personas que saben mucho, pero acá da la sensación que estaban dos personas que no sabían”, sostuvo.
Peresenda señaló que “por más que estuviera a cuatro metros se podría haber rescatado a la persona. Pero en su accionar, más allá del defecto, hay una virtud en los hombres de prefectura porque podrían haber sido un accidente con dos o tres los ahogados».
Sobre esto se explayó y analizó: «Imaginate si se tiraban por la presión de la gente que estaba ahí y no saben nadar. En ese punto, conocían sus limitaciones y no se arriesgaron a hacer algo que no sabían. Ellos fueron a la emergencia y eso ya habla bien. También puede ser que no lo hayan visto por el reflejo del agua. Tampoco tenían equipo de buceos, ni de rescate. Los debe haber agarrado de recontra sorpresa”.
La Justicia provincial decidió iniciar una investigación de oficio para determinar si hubo responsabilidad de los prefectos en el fallido rescate del muchacho.
Más allá de las investigaciones, tampoco quedaron claros los motivos que llevaron al joven a arrojarse a las aguas. Con la decisión tomada, las personas que estaban en el muelle le pedían al muchacho que «pataleara». En el video se escucha también a otra persona decir que «no sabe nadar».
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