PREMIOS EMMY


 

Glamour, ganadores y sorpresas. La 63 entrega de los premios Emmy tuvo un poco de todo y, entre todo eso, siempre quedan algunas perlitas de la noche. Repasá lo mejor y lo peor de la noche que volvió a instalar a Modern Family Mad Men como lo mejor de la televisión estadounidense.

En una época en el que el musical se adueño de la pantalla chica, el efecto Glee pisó fuerte en la entrega de los Emmy. A pesar de que la serie del coro de perdedores no se llevó ninguna estatuilla, se hizo presente ya desde la elección de la conductora, la villana de la ficción, Jane Lynch. Pero, además, la apertura de la ceremonia fue con un gran cuadro musical que mostraba a la presentadora caminando por los sets de los principales programas, interactuando con los actores y con algunos pasajes muy divertidos (como cuando John Slattery se entera que en «los 2000», se va a poder ver televisión desde el teléfono e intenta hacerlo con un teléfono de tubo).

Para no perder la costumbre, en la mitad de la gala hubo otro número musical. El grupo de música de Saturday Night Live, The Lonely Island, se encargó de ponerle ritmo y humor, con las colaboraciones de Michael Bolton y Akon.

Jane Lynch merece un aplauso aparte. Nadie lo dudaba y ella no defraudó. Cantó, bailó, hizo reir y logró que las tres horas (exactas) de la ceremonia no pesen. La primera categoría de la noche fue aquella en la que estaba nominada ella, mejor actriz de reparto en comedia, y como perdió a manos de Julie Bowen ( Modern Family, ) la actriz no dejó que pase por alto. «Quisiera rectificarme en algo que dije en la alfombra roja, respecto de que no hay ganadores y perdedores: hay perdedores, y yo soy uno de ellos», dijo. Otra de sus líneas más graciosas: «Mucha gente se pregunta por qué soy lesbiana… Señoras y señores, los chicos de Entourage».

Si bien la ceremonia comenzó un tanto monótona -los cuatro primeros premios fueron para Modern Family-, después hubo varias sorpresas, sobre todo en las categorías de drama (en la que se presumía que la mayoría de los galardones irían a manos de Mad Men). Kyle Chandler es uno de los más claros ejemplos. El actor se consagró como actor en esa categoría, por la última temporada de (la hasta ahora subvalorada) Friday Night Lights. Además, en las nominaciones de reparto, Peter Dinklage, recibió, emocionado, el único Emmy para Game of Thrones, mientras que Margo Martindale también conmovió cuando se llevó su premio por Justified.

Otra de las gratas sorpresas fue ver sobre el escenario a Martin Scorsese, premiado por la dirección de la miniserie de HBO Boardwalk Empire.

LA CENSURA

Antes de que comenzara la gala salió a la luz una polémica. El protagonista de 30 Rock, Alec Baldwin, decidió cancelar su asistencia al evento, por una presunta censura. Resulta que, en su participación en el clip de apertura, el comediante había hecho un chiste sobre el escándalo de las escuchas que involucra al magnate de los medios Rupert Murdoch. Dado que la transmisión de la ceremonia estaba a cargo de Fox, de Murdoch, la broma fue dada de baja y el actor, como manifestación, decidió no grabar nuevamente el segmento (su lugar lo ocupó Leonard Nimoy) y pegar el faltazo. «Fox sacó mi chiste sobre las escuchas de NewsCorp. Eso apesta porque creo que los hubiese hecho quedar mejor. Un poco», descargó Baldwin en Twitter.

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