Todavía no está oficialmente aprobado, ya que se trata de un prototipo que se prevé que llegará a lo largo de 2022. Funciona liberando un gas y la persona podrá ser sepultada en la misma cápsula en la que falleció.
Suiza sorprendió al informar que darán luz verde a un nuevo sistema de eutanasia. Se trata de Sarco, una cápsula impresa en 3D diseñada para facilitar la muerte asistida y que podría cambiar los protocolos en varios países, así lo precisó Philip Nitschke, creador de la máquina, a los medios locales.
“El año pasado, buscamos asesoramiento legal de alto nivel sobre el uso de Sarco para muerte asistida en Suiza. La evaluación ya fue concluida y nos sentimos muy satisfechos con el resultado porque confirmó que no habíamos pasado ningún detalle por alto. No existe el menor problema legal”, explicó Nietschke, en una entrevista.
En Suiza, la eutanasia está permitida y se practica desde la década 40. En 2006, el Tribunal Federal suizo estableció que toda persona en uso de sus capacidades mentales, sin tomar en cuenta si eran o no enfermos terminales, tienen el derecho a decidir sobre su propia muerte.
Tanto así, que según las cifras oficiales, en 2020 unas 1.300 personas murieron en Suiza a través del suicidio asistido. Sólo hay dos organizaciones a cargo de la normativa y el método que usan ambas es la ingesta de una medicación específica.
Pero ahora la ley analiza la posibilidad de utilizar Sarco, que propone un enfoque muy distinto: una muerte pacífica que no requiere de sustancias controladas.
Sarco es una cápsula impresa en 3D, que tiene la apariencia de un ataúd, pero con paneles transparentes. Se asienta sobre una plataforma elevada que se inclina en ángulo y allí la persona se acuesta.
El paciente ingresa en ella y una vez acomodado debe digitar un código que previamente le fue enviado tras una evaluación psiquiátrica y que hará que el dispositivo comience a liberar nitrógeno. Ese gas lo que hará es dormir a la persona, para luego adormecerla de manera definitiva.
Pero entre lo más llamativo del proyecto, es que la capsula le servirá de ataúd, por ende el paciente ya fallecido podrá ser sepultado en la misma cápsula.
“La muerte se producirá por hipoxia e hipocapnia, es decir, por la privación de oxígeno y dióxido de carbono, respectivamente. No hay pánico ni sensación de asfixia”, aseguró Nietschke asegurando que las personas tendrán muertes pacíficas y tranquilas.