Se queman 30.000 hectáreas por día en Corrientes y hay más de 785.000 afectadas


Por la elevada expansión del humo en la provincia, los científicos tuvieron inconvenientes en determinar los daños a través de los satélites espaciales.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) actualizó ayer su informe sobre la superficie afectada por el fuego en la provincia de Corrientes: es de 785.238 hectáreas. Los Esteros del Iberá, uno de los mayores humedales de Sudamérica, son los más dañados.

El 30 de enero se registró el primer foco de incendio en Corrientes y desde ese día todo cambió. El avance del fuego perjudicó a diversas actividades y obligó a los productores a abandonar sus tareas e intentar lo imposible, incluso tomando el rol de bomberos voluntarios.

En las últimas dos semanas se han quemado 30.000 hectáreas por día. El 9% de la superficie del territorio provincial fue alcanzado por el fuego.

“Nunca vivimos algo así. Hay días en que despertamos cubiertos por cenizas y con tanto humo que no se puede respirar”, cuenta por teléfono Yésica Gómez, de la empresa de turismo Iberá kayaks, desde la localidad de Loreto, en el norte de la provincia. “Hay turistas que viajaron muchos kilómetros para ver los Esteros y no pueden entrar, pero para los productores es peor. Perdieron todo su trabajo de años en cuestión de minutos”, agrega Gómez.

La cobertura vegetal más afectada detectada en este informe son los esteros (y otros bañados), donde se duplicó el área dañada, pasando de 124 mil hectáreas a más de 245 mil, según el último y tercer informe oficial emitido por el Grupo de Recursos Naturales del Inta Corrientes.

Los bosques cultivados también fueron muy afectados, el área quemada aumentó casi 2 veces y media pasando de 12 mil a más de 31 mil hectáreas.

No sólo la comunidad humana sufre, diversas especies autóctonas están siendo arrasadas por el fuego, entre ellas, monos (Alouatta caraya), yacarés (caiman latirostris y caiman yacare), carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris), zorros (Cerdocyon thous), lobitos de río (Lontra longicaudis), osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla), corzuelas (Mazama goauzoubira) y distintas especies de anfibios son algunos de los animales que han muerto por intoxicación debido al humo, quemados en medio del bosque o de los pastizales o atropellados en las rutas al intentar huir del fuego. Otros han sido atacados por perros al acercarse a zonas habitadas donde se concentra la principal actividad de los bomberos que prioriza la preservación de las viviendas.

Aproximadamente 1.300 bomberos voluntarios trabajan sin descanso para intentar controlar los incendios, ayudados por brigadistas, avionetas hidrantes y helicópteros. Sin embargo, la histórica sequía que sufre la región contribuye a que las llamas se propaguen a gran velocidad en vez de extinguirse. Este fin de semana, el fuego se acercó a un hotel y un grupo de viviendas de Villa Olivari, que tuvieron que ser evacuadas. “Sofocamos un incendio y se prenden otros”, se lamenta el jefe de Operaciones de Defensa Civil de Corrientes, Orlando Bertoni.

Corrientes se suma este 2022 a la lista de provincias que padecen incendios forestales y mantienen focos activos. Un informe publicado en la cuenta Twitter del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible detalla que hay focos activos en las provincias de Río Negro, Corrientes, San Luis, Catamarca y Misiones. Estamos perdiendo lo más valioso de nuestra tierra y la ayuda es escasa.

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