Audaz robo millonario a una joyería en pleno centro neuquino


El negocio Silio, ubicado en pleno centro de Neuquén, fue blanco de un meticuloso robo que dejó a su dueño, Julio Contreras, devastado y cuestionando la seguridad en la zona.

En un audaz y sorprendentemente elaborado atraco, la joyería de alta gama «Silio», situada en Juan B. Justo 687, casi Fotheringham, fue saqueada durante cinco horas en plena madrugada del domingo. Lo que hace que este robo sea aún más desconcertante es su proximidad a una Fiscalía de Estado y la aparente falta de respuesta de las autoridades locales.

En una entrevista exclusiva con LU5, el dueño de la joyería, Julio Contreras, expresó su indignación por la audacia de los delincuentes. «Han hecho un trabajo muy fino, muy profesional», manifestó Contreras. Según su relato, los ladrones ingresaron al establecimiento alrededor de las 2 de la mañana y se retiraron alrededor de las 5 o 5:30 de la madrugada. Durante ese tiempo, lograron desactivar todas las alarmas y cámaras de seguridad, incluso sustrayendo el DVR que almacenaba las grabaciones.

El botín incluyó una valiosa colección de joyas de oro y plata, así como relojes de alta gama de marcas prestigiosas como Caterpillar, Seiko y Oris. «Se llevaron todo, lo que vos no te imaginás», lamentó Contreras con evidente enojo.

Lo más sorprendente es que el robo se llevó a cabo en un local que colinda con una Fiscalía de Estado, donde supuestamente hay actividad constante las 24 horas. Incluso un vehículo policial pasó por el lugar sin advertir la operación delictiva en curso.

Contreras describió la escena capturada por las cámaras de seguridad: «Cinco horas, cinco personas trabajando, lo vieron desde una cámara ayer. Lo vio mi esposa y la policía: cinco personas entrando y saliendo, hicieron tres viajes en auto para llevarse todo lo que había. Caso curioso: estoy pegado a la fiscalía, pegado a la fiscalía donde las 24 horas hay gente. Nadie escuchó que entraron, que me cortaron las rejas, que golpearon, que rompieron vidrios, el portón de salida».

A pesar de la proximidad a la fiscalía y la presencia policial, nadie notó la actividad sospechosa. Contreras destacó su preocupación por la falta de seguridad en la zona, señalando que no es el único comerciante que ha sido víctima de la delincuencia recientemente.

Las pérdidas económicas aún no se han calculado con precisión, y hasta el momento no hay pistas claras sobre la identidad de los perpetradores. «Uno empieza a desconfiar hasta de las sombras», lamentó Contreras.

Este dramático suceso deja a Julio Contreras y su familia en una situación precaria. «Nos han dejado totalmente en la calle. Fueron años y años de trabajo yo, toda mi familia, pagando impuestos, tratando de apostar», dijo Contreras. Ante la incertidumbre sobre el futuro de su negocio, reflexionó sobre la posibilidad de no continuar. «Hoy va a ser para nosotros un día decisivo. Es un desastre lo que nos han dejado», remarcó.

Cuando se le preguntó si necesitaba ayuda, Contreras enfatizó la necesidad de abordar el problema de la seguridad de manera colectiva. «Creo que tenemos que trabajar en la seguridad donde vivimos. De nada serviría que alguien me ayude en lo económico, si no trabajamos para que esto no le ocurra al vecino. Esta realidad que vivimos es inenarrable. Algo hay que hacer, no se puede vivir en un lugar así», concluyó.

Este audaz robo en pleno corazón de Neuquén plantea interrogantes sobre la seguridad en la zona y deja a una familia de comerciantes en una situación de angustia y desesperación, mientras buscan respuestas en medio de la incertidumbre sobre el futuro de su negocio.

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