Vecinos y familiares se movilizan tras un incendio intencional en la Escuela 223, exigiendo respuestas y seguridad para la institución educativa.
En una madrugada que dejó una marca imborrable en la comunidad de Valentina Sur, la Escuela 223 se convirtió en el epicentro de la indignación y la tristeza después de un devastador incendio intencional que conmocionó al barrio. Los padres, vecinos y antiguos miembros de la institución se unieron en un acto de protesta, buscando respuestas y seguridad para el futuro de la escuela.
El incendio, que se desató alrededor de las 4 de la mañana del pasado sábado, sacudió la tranquilidad de Valentina Sur. Los habitantes del barrio, exalumnos, exdocentes y exporteros de la institución se congregaron frente a las puertas de la escuela para constatar el alcance de los daños. La conmoción y la tristeza se apoderaron de la comunidad.
«Se tomó un colectivo, se cortó la calle, porque quemaron la escuela a las 4 de la mañana y el vigilante, aparentemente, estaba durmiendo. Se tendrá que hacer cargo la empresa de vigilancia que pone ese tipo de gente», expresó Martha Ávila, la hija de quien donó la tierra para la escuela 223, el jardín y el CPEM 42.
Los vecinos informaron que el encargado de la seguridad de la escuela fue atendido por inhalación de humo, pero desde el Ministerio de Educación confirmaron que no hubo personas heridas o afectadas por el incendio. Según el informe preliminar de Bomberos, el fuego fue controlado, pero causó daños en el entretecho del ala ubicada al cardinal oeste, afectando el cielorraso de machimbre.
La comunidad se siente devastada por la pérdida de su querida institución. «Estoy re amargada porque es como de mi familia la escuela», lamentó la hija de quien fue fundamental en la creación de la escuela.
La falta de seguridad en la institución es un tema recurrente en el barrio. «La indignación es por varios motivos. Primero, por la falta de seguridad, no tiene luz atrás, el portón está abierto. Don Victoriano Ávila donó las tierras hace 70 años y la escuela debe tener unos 50 años. Pasa un camión y se mueve la pared, y ahora esto. Se quemó todo», relató Rubén Ponce, presidente de la Comisión de Vecinal del barrio Valentina Sur.
La comunidad está unida en su reclamo por respuestas y soluciones concretas. «Podrán reacomodar los chicos en otro lugar (para terminar el ciclo lectivo en curso), pero necesitamos la solución hoy, si se va a hacer una escuela nueva o si simplemente van a hacer un parche», se preguntó Ponce.
Además, en el contexto de vísperas de elecciones nacionales, los ciudadanos que habían sido asignados a la Escuela 223 para votar, continúan esperando una reasignación para poder ejercer su derecho a voto, ya que las escuelas cercanas tampoco cuentan con cuarto oscuro y cuentan con máximo cuatro mesas a disposición.